Las entidades bancarias se están olvidando de nuestros mayores, este podría ser el titular de una noticia de cualquier periódico de actualidad, de hecho me hago eco de una noticia de EL PAIS de 05 dic 2021 en la que nos narra exactamente esto y como después de la presión social están volviendo a ampliar el horario de caja para los mayores.
“Si un día tengo un problema, quiero que una persona me atienda”, expone Guadalupe Bermúdez (73 años). Vecina de Bellavista, núcleo obrero de 9.500 habitantes de Les Franqueses del Vallès (Barcelona), vio desaparecer hace menos de un mes la última sucursal (y el último cajero automático) de la zona.
Personalmente lo he vivido pues, antes de ser funcionario fui empleado de banca y pude ver con mis propios ojos como nos ordenaban no atender por ventanilla a todo tipo de personas entre ellas mayores a los que les costaba mucho manejarse en los cajeros automáticos.
“El objetivo principal de las entidades ha sido la reducción de costes y las oficinas han cerrado ante la mirada pasiva de las administraciones”, denuncia el director de la Unión de Consumidores de Cataluña, Oriol Aroa. Un empleado del sector bancario de la Comunidad de Madrid, con 15 años de experiencia y que prefiere no revelar su identidad, explica que ha vivido como una “barbarie” la estrategia de su entidad de “tratar a los clientes en función del margen”. Asegura recibir presiones para reducir el uso de la libreta y el número de personas atendidas en la caja.
Esto es exactamente a lo que me venia a referir en el párrafo anterior, es que literalmente nos obligaban a no atender por ventanilla y abandonarlos a su suerte, teniendo que pedir ayuda incluso a otros vecinos para que les hicieran las operaciones bancarias.
Aquí lo que podemos apreciar es una clara discriminación por razón de edad ejercida por las entidades bancarias que claramente solo miran por sus márgenes sin importarles los mayores dejándoles fuera del sistema
Los vecinos de Bellavista denuncian medidas disuasorias de los bancos, como la comisión de dos euros para la entrega en mano de efectivo, así como los horarios de caja restringidos hasta las 11 de la mañana. Muchos de ellos requieren ayuda de otras personas, principalmente de sus hijos, ya que consideran la confianza un elemento esencial y sufren por su seguridad cuando tienen que sacar cantidades notables de efectivo.
“No es una brecha digital, es que quedan excluidos del sistema financiero a través de la digitalización”, prosigue. A pesar de que los bancos son privados, Ruiz-Dotras defiende el razonamiento de que “si el Gobierno obliga a tener una cuenta corriente para ingresar la pensión, uno tiene que tener acceso a su dinero de forma fácil”.
Como podemos ver estas son algunas de las reivindicaciones de los mayores ante medidas que han tomado los bancos para hacer sus reajustes que no se justifican, priorizando sus ganancias al servicio a un amplio espectro de la sociedad que necesita de estos servicios haciéndose casi necesario que sea regulado por vía legislativa esta situación de manera que no perjudique a estos usuarios que deben tener en mi opinión igual derecho que cualquier otro usuario a acceder a los servicios bancarios.
Carlos San Juan es el ciudadano de 78 años que con una camiseta en la que pone "soy mayor no idiota" y unas cajas con 600.000 firmas ha logrado poner en la palestra de los medios y de la clase política la discriminación que, como él, sufren las personas mayores cuando quieren hacer una gestión bancaria. Lo que ocurre en las sucursales sin focos, grabadoras ni cámaras, esas escenas de personas mayores enfurecidas e indignadas porque sencillamente no entienden nada de banca online, ha saltado al escaparate de la opinión pública en apenas unos días.
En conclusión se pone de manifiesto una problemática que tiene que ver con una discriminación al mayor que estamos viendo en nuestro país y que gracias a las presiones de grupos de asociaciones por los mayores se esta luchando contra la misma y para que no se produzca o se palie en la medida de lo posible.
No hay comentarios:
Publicar un comentario